El
negocio de Pérez Espinoza se basa en estafar a sus agremiados de los
movimientos que lidera.
Las organizaciones lideradas por el activista José
Humbertus Pérez Espinoza, Frente
Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna A.C. (FMDPVD) y Presunción de
Inocencia y Derechos Humanos (PIDH), han sido su fuente de ingresos desde su
creación y su salida de prisión en enero del 2020, pues según relatos de
diferentes testigos, mencionaron que mensualmente le dan una cuota de mas de diez
mil pesos por asesorías que no dan resultados favorables.
En el caso de Presunción
de Inocencia, buscar la aprobación de La Ley de Amnistía y la liberación de
delincuentes que cometieron delitos de alto impacto, ha sido una gran
oportunidad para Pérez Espinoza de posicionarse como el defensor principal de
derechos humanos cuando en realidad sólo busca hacerse fama y vivir del dinero
que le brindan sus seguidores, pues en los casos de amnistía liberados que se
han llevado a cabo en los meses anteriores, no se encontraron las pruebas
suficientes para que sus casos fueran procesados, por lo cual no cuenta como
liberación por amnistía.
Por otra parte, agremiados
del Frente Mexiquense hicieron una denuncia en contra de José Humbertus a
finales del 2020 por la estafa que recibieron por parte del activista al no
cumplir con la ayuda que prometió de recuperar sus casas hipotecadas o
invadidas en fraccionamientos de Tecámac, Edo. Mex y Cuautitlán Izcalli,
posteriormente sus visitas se fueron extendiendo en el estado de Chihuahua,
Quintana Roo, Nuevo León y su tierra natal Veracruz.
Las cuotas obligadas en ambos movimientos son esenciales
para su funcionamiento y de no existir este dinero, Pérez Espinoza no tendría
con que sobrevivir en las giras que da en diferentes partes de la República
Mexicana, además, una forma de entretener y distraer a sus seguidores es con
las marchas que realiza constantemente en la CDMX y en el Estado de México echándole
la culpa al gobierno de no obtener los resultados esperados.