EN TAN SÓLO UNA MARCHA, JOSÉ HUMBERTUS PÉREZ ESPINOZA GASTA 60 MIL PESOS

 

José Humbertus Pérez


Se ha comprobado que el activista paga a las personas por asistir a sus marchas, muchos de ellos ni si quiera conocen las verdaderas casusas de la manifestación

El autoproclamado activista y defensor de los derechos humanos, José Humbertus Pérez Espinoza, invierte alrededor de 60 mil pesos en una sola marcha para pagarle a alrededor de 200 personas por su acompañamiento.

 De acuerdo con un testimonio anónimo, Pérez Espinoza paga a cada persona la cantidad de $300 pesos por acompañarlo a las marchas, hacer un recorrido, gritar en el camino mientras llegan a su destino y esperar afuera de las instalaciones cuando se lee la demanda.

 “José Humbertus nos paga por venir a las marchas, proporciona el trasporte y reparte un luch sencillo de cortesía”, dijo una persona anónima beneficiada por ser acompañante.

 Cabe destacar que en la última manifestación que realizó en Toluca, donde miembros y acarreados de su movimiento Presunción de Inocencia se colocaron en el edificio de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, acudieron alrededor de 250 personas, de las cuales, muchas sí apoyaban la causa y el 70% eran personas pagadas.

 El activista ha criticado cientos de veces las viejas prácticas de los políticos corruptos, pero él en su desesperación por crear confiabilidad cayó en las acciones de los que tanto crítica y los acarrados forman parte de la actividad rutinaria cada que pretende manifestarse.

 Poco a poco las mentiras de José Humbertus van saliendo a la luz, recientemente dos medios de comunicación que a principios de año defendían su causa, publicaron una nota en la cual aseguraban que el “activista” cobraba entre 2 mil 500 y 5 mil pesos el trámite de la solicitud de la Ley de Amnistía, y hasta el momento, ninguno preso había salido de la cárcel.

 Claro está que el dinero no le llega por arte de magia, tiene que pagar el trasporte, comida y acompañamiento de quien se una a sus causas y casualmente no se le conoce un empleo formal que pueda solventar esos gastos.